lunes, 28 de julio de 2008

¿A quién verdaderamente le importa ser mexicano?

Ulises Vera
Mesa de debate
UAEMex
Lunes 28 Julio 08


¿A quién le importa ser mexicano?
¿A quién le importa conocer a fondo la reforma energética impulsada por AN?
¿A quién le importa saber qué pasó en las elecciones del 88 y del 06?
¿A quién le importa descubrir que lo que pasan en las noticias de TV. nunca es tan verídico?
¿Acaso hay alguien en nuestro país que esté dispuesto a morir por su patria?

Sinceramente creo que a pocos; apuesto mi vida a la muerte a que hay mexicanos que les importa más que la selección mexicana de fútbol llegue (por lo menos) a semifinales en el mundial-por decir cualquier comparativo- y es que a los mexicanos no nos importa otro mexicano, simplemente carecemos de identidad y de patria.

¡A quién le importa que dedique una hora para escribir, revisar y publicar este documento? Total, más de una persona me tachará de revoltoso por estar publicando en este blog siempre temas de “estos”, donde siempre apuntamos el gatillo a desigualdades sociales; no dudo que parezca izquierdista, verdulero, pejista, etc. ( lástima que en el imaginario social así suceda).

Lo que he intentando en charlas de café y en las direcciones Web del “komunicologos” es limpiar las mentes empañadas de mediocridad, promover la cultura, la educación y la igualdad social, pero nosotros mexicanos no tenemos ni respeto ni identidad de nuestra patria, a nosotros “todo nos vale madre” -fríos fríos esa es la verdad- y es que por ejemplo hablamos un idioma que ni siquiera es nuestro, nos avergonzamos de nuestras culturas indígenas, tomamos coca-cola, vemos a Carlos Loret de Mola ¿y qué!, somos por naturaleza conformistas según un chip cultural asqueroso que traemos al nacer en México, y ahí quedamos, esperanzados, ilusionistas, mediocres.

¿A quién le importa erradicar la pobreza en nuestro país? Seamos sinceros, los pobres no son los jodidos que vemos en las calles mendigando, somos quienes a veces no tenemos dinero para acabar una quincena, o pagar una operación de urgencia, quienes tenemos bien controlados nuestros gastos, todos ellos, somos pobres, porque no hay calidad de vida, porque pareciera “que así es”, que Dios así lo predijo y ni modo.

¡A donde quiero llegar? Quiero denunciar públicamente mi odio total a los grandes medios masivos de comunicación, a la religión católica, a la clase plutócrata, a todos los que a diario despiertan y no se dicen a si mismos: ¡que orgullo el ser mexicano!, ¡y que orgullo más grande el que hoy voy a buscar un México más justo para mi y para los demás!, pero eso nunca va a suceder, a menos que le demos cuello a 90 millones de mexicanos, en esa situación alo mejor.



¡A quien le importa un mexicano? A mi si, quizás un día de estos muera y queden solo mis rastros preñados en el olvido, pero agradecido parto porque empecé a promover una conciencia social con mi mamá y mi hermana, apagándoosle la TV con el argumento que es pura mierda lo que ven; con mis amigos cuando les digo que deberían sentirse orgullos de estar en la UAEMex, que son “potros auriverdes”; con mi perro cuando lo obligo a respetar la comida que le doy a su canina hermana, así, con pequeñeces y simplezas como esas.
Los comunicólogos debemos hacer llegar la verdad a nuestras casas, informar para replantear, porque estamos inmiscuidos en el hábito de la lectura, del análisis y de la reflexión; de discursos y técnicas integradoras que nos permitan mejorar condiciones precarias en nuestra sociedad, ese es nuestro trabajo, por eso digo que a nosotros nos debería preocupar otro mexicano, porque sabemos que la realidad de las cosas nunca es como la pintan los medios masivos de comunicación.

Y finalmente hago un reconocimiento público a mi gran amigo Juan Manuel, quien no siendo comunicólogo entiende como muchos ( porque no hay que estudiar Comunicación para darse cuenta de las malas mañas que vive el país), que debemos brindar por una identidad que certifique el término “mexicano”, porque parece que solo la virgen de Guadalupe, la selección mexicana de fútbol y el tequila son lo que nos une como “mexicanos”, y no sean todos aquellos caudillos que dieron la independencia a éste país; a él y a todos quienes sabemos que hay que recuperar a este país.