sábado, 23 de agosto de 2008

“Del rol del investigador social”


“Del rol del investigador social”
Ulises Vera
UAEMex
Mesa de debate
23 Ago 08


Se trataba de un trabajo etnográfico simple. Era parte de lo planeado en otro programa de radio para “Hibrido al Aire“, pero teníamos que entrevistar a “Don Guitarras”, uno de los hombres más reconocidos en San buenaventura- delegación de la ciudad de Toluca,-por la gran tradición que tiene desde hace muchos años de vender pulque en el pueblo.

Eran las 9 de la mañana, mi colega hacia muecas de repudio al olor fétido de un cuarto pequeño de adobe, con una veintena de moscas volando en círculos, un olor a mierda que parecía nunca desaparecer, 2 hombres bebiendo pulque de mango en botes de un litro de crema alpura, y Don Guitarras sirviéndome mi medio litro.

¿Lo entrevistas tú o yo? nos decíamos a las caras, ¡yo!, decía Gabi, y con la grabadora corriendo el cassette lanzó una  serie de preguntas en las que se parecía hablar con “objetos de estudio” no con sujetos sociales, con personas; pues aunque de manera cordial mi amiga pedía la entrevista, el vendedor se mostraba enfadado e indiferente, pues suponemos que nunca se esperaba un trato de “objeto”, de algo que tiene que ser estudiado por quienes se jactan de investigadores sociales. Obvio, su realidad no acepta, o no pretende entender que cada grupo social puede ser ya no digamos “estudiado”, “analizado” o “interpretado”; sino mas bien  “observado”.

En esos momentos me di cuenta que la ética de investigador social no está en “pedirles permiso” a quienes son miembros de una actividad social posible de estudio; porque se ha dicho en las aulas que debemos hacer saber al  entrevistado lo que está sucediendo, y para lo que ocuparemos la información solicitada, pero fríamente pregunto, ¿ necesitan saber de que se trata? Es decir, los resultados que obtengamos serán publicados en algún libro , revista científica , o como simple articulo académico pero, ¿leerán nuestros sujetos de estudio dichos artículos?. Si se tratara por demás de un trabajo científico lo dudo, y habría que preocuparse por generar empatia, o una posible simpatía (aunque sea fingida) para con nuestros investigados, y no limitar desde un principio la  información que nos puedan dar.

Propongo que en la observación participante se omita la “ética del investigador”, cuando los investigados carezcan de la conciencia moral e intelectual de los conceptos “Investigación”, “ciencia” y “observación participante”, por el simple hecho de que sus condiciones socioculturales no le permiten mostrar un interés en lo que uno haga con la información que nos den, ojo, hablo de esta exclusión cuando se trata de un trabajo de “observación participante” en las técnicas de la investigación cualitativa, si y solo en este caso propongo que se evite decirle al investigado de que se trata, o cuál es nuestro interés por estar con él.

Se trata de una investigación en la que generamos una amistad con el investigado, al quien precisamente se de debe reconocer como sujeto, no como objeto de análisis, no como si fuera un rata a la que hay que estudiar, porque con el protocolo tradicional pareciera tratársele así, y considero mas honesto no decir que se investiga su comportamiento , a que se le prevenga de que será “estudiado“.


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